Jaén ha sido una de las sorpresas viajeras de 2021. Acabamos de pasar por ella, como siempre que vamos hacia Andalucía, pero esta vez hemos parado. Aquí os dejo mis consejos sobre qué ver en Jaén en un recorrido por los lugares más significativos de una ciudad que sorprende.
Qué ver en Jaén en 1 día
Jaén merece más que un día, eso está claro especialmente cuando has parado en ella y la has recorrido. Es una ciudad repleta de historia y de barrios que te la van contando a cada paso. En entorno de la catedral de la Asunción de la Virgen da buena cuenta de cómo se fue ampliando el espacio en torno a ésta. En esos alrededores, además, se encuentran infinidad de lugares para el tapeo y la buena cocina. Así que tras recorrer la ciudad, puede ser buena idea parar en alguno de ellos para descansar y cargar fuerzas.
Pero vayamos por partes de arriba a abajo, partiendo de lo más alto para después desgranar, de manera breve, lo que puede dar de sí una jornada jienense.
1. El Castillo de Santa Catalina y las vistas desde la Cruz
Como suele suceder en nuestro rico país, en el Castillo de Santa Catalina que hoy podemos visitar hay moradores desde tiempos remotos. Concretamente, desde el siglo IV a.C. cuando se asentaron en este espacio pobladores íberos.
Los restos del oppidum íbero fueron aprovechados por romanos y, más tarde, árabes para levantar sucesivamente distintas construcciones. De hecho, en el centro del castillo podemos ver sucesivos estratos excavados con las distintas capas encontradas, tanto de distintas épocas como de pobladores diferentes.
En los siglos VIII y IX se construye la primera fortificación, la alcazaba, y en el siglo X se completará el alcázar. El emplazamiento es magnífico ya que combina la frontera natural de la sierra que rodea Jaén con una impresionante vista del llano del río Guadalquivir. Se llega a ver, a lo lejos, las ciudades de Úbeda y Baeza, joyas de la arquitectura y Patrimonio de la Humanidad que sin duda hay que visitar.
Tras la conquista de la ciudad por el rey Fernando III se reutiliza el alcázar árabe reforzándolo, llegando a convivir el antiguo alcázar árabe con el nuevo cristiano. Este fue residencia durante las estancias jienenses del condestable de Castilla, Miguel Lucas de Iranzo.
Durante la Guerra de la Independencia los franceses utilizaron este Castillo como base del ejército francés y hoy en día podemos visitar las mazamorras en las que tuvieron prisioneros a opositores y guerrilleros de la zona. Precisamente uno de ellos, cuenta al visitante los hechos sucedidos en esos años de guerra contra el ejército napoleónico.
Os recomiendo realizar la visita de este castillo al atardecer, no puede ser más bonita la vista de los montes que rodean Jaén a la caída de la luz. Tras rodear el camino de ronda, entrar en las torres y conocer la historia del castillo hay que acercarse hasta la Cruz. Desde ella ya se puede divisar nuestra segunda parada imprescindible: la catedral.
2. Catedral de la Asunción de la Virgen
Si en el castillo hemos visto las distintas intervenciones y pobladores, en la Catedral no puede ser menos. En el mismo lugar que hoy podemos ver estuvo la mezquita principal durante la época musulmana, después se levantó un templo de estilo gótico que quedó pequeño y ya en el siglo XVI comenzaron las obras de la catedral actual.
Como suele suceder, la Catedral de la Asunción tiene varios estilos reconocibles: el renacentista, el barroco y neoclásico. Fue el albaceteño Andrés de Vandelvira quien realizó los planos de la nueva catedral; unas obras que se iniciaron en el año 1551 y que él no vería concluidas. Eso sí, sus sucesores continuaron lo proyectado por el gran arquitecto con lo que los interiores se ven hoy en día muy uniformes.
Os recomiendo hacer la visita a la Catedral de Jaén sin prisas, hay innumerables capillas interesantes, pero sobre todo no os perdáis la subida a la galería. Desde ella tendréis unas vistas únicas de la plaza de Santa María y de la ciudad de Jaén.
Si me preguntaran qué ver en Jaén, teniendo que elegir un sólo lugar, seguro que diría esta bella catedral.
3. Baños árabes en el palacio de Villadompardo
En el subsuelo del Palacio de Villadompardo podemos visitar los baños árabes más grandes y mejor conservados de Europa. Siguiendo la tradición romana de las tres salas a diferentes temperaturas, y con una finalidad social por encima de todo, los árabes crearon un espacio para el relax que hoy podemos visitar.
Son 450 metros cuadrados dispuestos en varias salas. En algunas de ellas se han iluminado los antiguos óculos que ahora quedan bajo el nivel de la calle pero que antes se situaban de modo que entrara la luz del día por ellos. Podemos ver el suelo original en una de las salas protegido por un murete. Además, si vamos con guía como yo os recomiendo, aprenderemos curiosidades tales como el uso de los baños por parte de mujeres o para qué servía un profundo agujero que hay en la pared.
En el mismo palacio es buena idea subir hasta la última plaza para disfrutar de otra vista singular sobre la ciudad de Jaén. Sin duda, se trata de un espacio muy singular.
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