Qué ver en Sofía, 10 visitas imprescindibles

Pero ¿qué tiene Sofía? Esa ha sido la pregunta de mucha gente al comentar que pensaba hacer una escapada a Bulgaria en febrero. Pues a esta pregunta de qué ver en Sofía es fácil responder. Se trata de una capital de unos dos millones de habitantes y que no parece muy bonita según llegas. Pero, como pasa tantas veces cuando estás de viaje, hay sorpresa en los múltiples lugares interesantes que ver en Sofía.

Aquí te dejo mi selección de 10 visitas imprescindibles que te harán conocer una capital muy interesante.

Qué ver en Sofía: 10 visitas que no te puedes perder

1. Catedral de San Alejandro Nevsky

Es sin duda el símbolo de la ciudad y una de las visitas imprescindibles que ver en Sofía. Se trata de una espectacular iglesia de planta centralizada, edificada a finales del siglo XIX como acción de celebración de la ayuda rusa en la guerra contra el invasor otomano.

Por eso mismo lleva el nombre de Alejandro Nevksky, santo ortodoxo y guerrero medieval ruso. El estilo neobizantino de la misma y la composición sucesiva de las cúpulas doradas hacen que por momentos recuerde a Santa Sofía o a San Salvador de Cora en Estambul.

El ambiente de mosaicos, pinturas, iluminación tenue y un iconostasio impresionante la dotan de un ambiente singular, recogido y ostentoso a la vez.

En su cripta, según se mira la fachada principal a la izquierda, se encuentra un impresionante museo de iconos, quizás uno de los mejores del mundo en su género. 

2. Bulevar del Zar Osvoboditel

Se trata de una de las arterias principales del centro de Sofía y es realmente bonita. Arranca en el Monumento al Zar Libertador, en memoria de los héroes de 1878 y del zar que se puso en cabeza de la rebelión frente al turco, y engloba algunos de los edificios más singulares para ver en Sofía. 

A izquierda y derecha van surgiendo construcciones modernistas ocupadas hoy en día por embajadas, algunos hoteles de calidad y sorpresas tales como la Iglesia Rusa y la plaza Knyaz Alexander y el Jardín de la Ciudad. En la actualidad se hayan algunas de estas plazas en plena reforma y supongo que quedarán muy bonitas y con ese toque parisino de muchos de sus edificios. 

La antigua Casa del Partido, sede del comité central del Partido Comunista, se eleva al final de la avenida formando un singular chaflán de arquitectura estalinista imponente y que se puede ver desde kilómetros de distancia según se llega a la ciudad por el oeste. 

3. Museo Arqueológico Nacional 

Una de las sorpresas viajeras en mi escapada a Bulgaria fue sin duda el Museo Arqueológico Nacional de Sofía , un museo de esos poco visitados pero muy recomendables. De hecho, cuando lo visitamos estábamos mi amiga y yo solas entre bastantes vigilantes aburridos.

Acoge tesoros tracios, romanos y medievales y la colección, no muy grande y cuidada, se encuentra situada en una antigua mezquita, con lo que la disposición expositiva es también curiosa. 

Todo amante de la historia, la arqueología y el arte debería visitarlo. Es un lugar para aprender sobre los habitantes de un país que nos puede parecer lejano pero que tiene mucho que ver con nosotros. 

4. Iglesia de  Sveta Sofía

A pocos pasos de la Catedral de Alejandro Nevsky se encuentra este sencillo edificio cargado de historia. Es la iglesia cristiana más antigua de Sofía y fue levantada en el siglo IV. Fue cementerio en la romana Serdika (Sofía) y a través de su suelo de metacrilato se pueden percibir restos de otros siglos, así como algunos mosaicos. 

Reconvertida en mezquita durante la dominación otomana, llama la atención la desnudez de sus paredes, especialmente si vienes de visitar San Alejandro Nevsky y su opulencia. 

5. Boulevard Vitosha

Se trata de una calle larga y peatonal, muy comercial y animada que empieza en pleno centro, en la iglesia de Sveta Nedelya, y baja hasta el Palacio Nacional de la Cultura.

Vitosha no difiere en cuanto al comercio de tantas calles que todos conocemos, pero destacaría algunos negocios de cosmética realizada con rosas, restaurantes y lugares para comprar algún snack y sobre todo, casas modernistas que sorprenden con arquitecturas originales.

6. Rotonda de San Jorge

Sin acordarme de mi iglesia salmantina llamada la Rotonda o Redonda, estuve haciendo cábalas algunas horas pensando qué habría en esa rotonda que fuera tan interesante; a veces el lenguaje nos juega malas pasadas.

Pues sí la Rotonda de Sveti Georgi o de San Jorge es una iglesia de planta centralizada y circular, que se encuentra en un patio interior formado por el espacio entre el hotel Sheraton y el Ministerio de Educación y la Presidencia. No hay que tener miedo a las barreras que hay para pasar, se entra por alguno de sus cuatro lados y se descubre uno de los lugares más curiosos que ver en Sofía.

Sobre los restos de unas vías romanas que se pueden ver y que pertenecían a la antigua Serdika, se encuentra esta joyita circular y que se usó como iglesia ya en el siglo VI.

Frescos de época medieval la decoran y al exterior aparece con toda la sencillez del ladrillo.

7. El Jardín de la Ciudad y la Plaza del Príncipe Alejandro I

Un gran espacio rectangular se abre según pasamos por el bulevar del Zar Osvoboditel antes mencionado.  Se trata de una plaza ajardinada que albergó hasta los años 90 el mausoleo del gobernante comunista Todo Zhivkov. Es el parque más antiguo de Sofía y su trazado se debe a los otomanos, cuando era parte del jardín privado del gobernador. 

Hoy en día acoge a jubilados que juegan al ajedrez, paseantes, algún bebedor que otro y niños pequeños con abuelas. Al fondo de la misma se levantan la Galería de Arte de la ciudad de Sofía y el Teatro Nacional Ivan Vazov. Este teatro acoge lo mejor de las artes escénicas búlgaras, tal y como nos explicó nuestro guía, Ivanov, de Alexander Tour. 

De hechuras vienesas y edificado a principios del siglo XX, el teatro tiene corte clasicista en el frontón y las columnas. La temática mitológica está servida con las musas y Apolo en la decoración de frisos y cornisas.

8. Sveta Nedelya

Entrar en esta iglesia es como hacerlo en el cielo. Sus tonalidades azules y el recogimiento que se respira en ella impresionan. Está dedicada al Domingo Sagrado y es desde hace siglos uno de los lugares de culto más importantes de Sofía. 

Se construyó sobre los restos de una iglesia del siglo X, y en época de la ocupación otomana se la conocía como del Rey Sagrado por acoger los restos del rey serbio Stefan Urosh II.

Tras el cese de la dominación otomana se reconstruyó a finales del siglo XIX pero quedó totalmente destruida en 1925, tras un ataque de radicales comunistas durante la celebración de una misa a la que asistía el zar Boris III. 

De la antigua iglesia queda la arquería y el iconostasio. Las pinturas al fresco son de la década de los 70 y hoy en día es la sede del obispado de la ciudad, con lo que también es considerada catedral.

Desde el bulevar Vitosha se la puede ver de lejos imponente.

9. Columna-monumento a Sveta Sofia y alrededores con mercado, fuentes y sinagoga

En el cruce de las calles más tumultuosas se levanta una columna con una estatua de rasgos femeninos y tonos dorados y negros.  Es el monumento a la Sagrada Sabiduría, Sveta Sofia, y fue realizado por Georgi Chapkunov para conmemorar en el año 2000 el milenio de la capital búlgara. Ocupa el espacio en el que antes se levantaba una estatua dedicada a Lenin. 

En los alrededores de esta Sveta Sofia podemos hacer visitas tan curiosas como la de la pequeñísima iglesia de Sveta Petka Samardzhiiska (cerrada cuando pasamos por allí), contemplar más pavimento de la antigua Serdika o entrar en la sinagoga sefardí, la tercera más grande de Europa. 

Nuestro guía, Tsvetan Ivanov, nos llevó a ver las fuentes de las que mana agua medicinal a alta temperatura y que la gente de Sofía va a recoger con garrafas. Después, cruzamos por el animado mercado central hacia la Sinagoga y tras visitar esta nos asomamos a la catedral católica de San José, construida a iniciativa de Juan Pablo II.

En poco más de una manzana templos judíos, musulmanes y de diversas confesiones cristianas. Es lo que da tantos siglos de historia y diversidad.

10. Iglesia de Boyana

La iglesia de Boyana es una joya que sí o sí tenemos que ver en Sofía. No se encuentra en el centro de la ciudad, sino en un antiguo pueblo (Boyana), hoy integrado como barrio de la ciudad que está a unos 10-15 minutos en coche del centro, a los pies del monte Vitosha.

Es pequeñita y excepcional por sus pinturas al fresco y por ello pertenece al Patrimonio de la Humanidad Unesco. Merece muchísimo la pena y el día que nosotras la visitamos no había nadie más, pero es habitual encontrarse con colas ya que el aforo es tan solo de ocho personas. 

Hace poco han puesto barreras de metacrilato transparentes para evitar que los visitantes poco respetuosos tocaran y degradaran las pinturas. Su origen es del siglo XI y entonces era de tan sólo 6 metros cuadrados, lo que hoy es el ábside; se amplió en el siglo XIII. Su valor estriba en las impresionantes pinturas que rompen bastante la rigidez ortodoxa habitual al haberse realizado muchas figuras con retratos de comitentes y de gente de la época. 

Y hasta aquí las 10 visitas imprescindibles en la capital búlgara, para que luego os pregunten qué ver en Sofía.



Un lugar especial para comer: se trata del restaurante Izbata Tavern, está situado a pocos metros del bulevar del Zar Osvoboditel y en él podréis probar ricos platos de cocina búlgara en un ambiente repleto de elementos de la cultura popular.